Existen momentos

donde las palabras se convierten en un sin fin de silencios.

Cuando su conjunto y combinación

sólo llevan a tirarse al vacío,

a colgarse del supuesto

o de imposiciones logradas por la falsa serenidad.

Así,

sin más,

se llega a reconocer el cansancio del pétalo de una flor.

 

C. M., mayo 14, 2017

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FB: Víctor Hugo Pedraza