En tanto que el calor agobiante en la Ciudad Monstruo me derrite e intento amenguarlo con un té frío —debería hacerlo en la compañía de una bebida virtuosa pero es lo que hay, por el momento— llevo semanas yendo y viniendo por la calle Madrid suponiendo la historia que podría contar la casa marcada con el número 3 (antes 2018 de la avenida Poniente 8, antes 30, Calle de Artes).
Es una construcción que contrasta con la arquitectura moderna del lugar: de un piso, balcones con herrería de acero forjado, esquinas gariboleadas, remates —en las columnas y castillos— de cantera, portón de madera al centro de acuerdo a la usanza de los mil 800. Su deterioro es obvio, sin embargo, no deja de llamarme la atención: almas en pena, otras perdidas, tiempos tortuosos, actos innombrables, amores para la eternidad, “la caja de Pandora de las conspiraciones”, claro, sin pasar por alto la opulencia en la parafernalia de aquella época
n.e. Se agradece a Marco su aportación, de forma indirecta, con la frase entre comillas.
La casa fue de Alfredo Chavero —“Don”, enuncia una placa incrustada sobre un muro a la entrada: “En esta casa murió el arqueólogo Don Alfredo Chavero. 24 de Octubre de 1906. Dirección de monumentos coloniales y de la República “—, personajazo de la farándula leida y escribeida del siglo xix:
[…] poeta, dramaturgo, historiador, arqueólogo, político, entre otras cosas. Realizó sus estudios profesionales en el Colegio de San Juan de Letrán, en donde se tituló como abogado [y demás monerías] —declara la Academia Mexicana de la Lengua.
Por cierto, de la misma institución fue miembro de número: 2° ocupante de la silla número xiv. ¡Impresionante, no! ¡Ah!, suma su masonería: del “Rito Escocés, nombrado en 1878 Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo de México”.
Antes de encontrar todos estos datos, sobre el dueño del inmueble, mi curiosidad era, de por sí, enorme, hoy aumentó. He estado a punto de tomar una foto al interior a través de la ranura maltrecha del correo, sin embargo, mi paranoia y, sí, por supuesto, el temor a que la lente pueda capturar algo más que muros, me ha detenido.
Algún día me atreveré y ya te contaré. En tanto dejaré que los posibles habitantes de ese caserón continúen con sus asuntos.
Ciudad Monstruo, noche oscura y acaloradísima, marzo, 18/24
Acá las fuentes:
<https://academia.org.mx/academicos-1906/item/alfredo-chavero>
<https://grandescasasdemexico.blogspot.com/2021/11/la-casa-de-alfredo-y-ernesto-chavero-en.html>
[Publicado en Conversatorio ético, estético y político el 19 de marzo del 2024]
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