Pero los párpados se llenan de sueño,
pretenden cerrar toda conciencia
e indicio coherente
de cualquier realidad matizada por el tiempo.
Se confabulan con la noche,
con algunos espasmos del pasado.
Despiertan pretensiones
irreales,
frías,
desarrapadas.
Son vicios alucinados e irreverentes
como las voces apagadas
que deambulan entre las entrañas
de las calles muertas que viven
en ésta, la nuestra,
monstruosa ciudad.
Ciudad Monstruo, abril 16, 2018
vhugopedraza@gmail.com
@victorhugo202
FB: Víctor Hugo Pedraza
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